martes, septiembre 27, 2016

La anacrónica balada de Cristóbal CUPlón

1) Para variar, la CUP será un dechado de ingenuidad, pero hay que ver cómo nos ponemos a la que nos tocan un poquito el discurso oficial, ¿eh?

2) Quizá sea exagerado descalificar a Cristóbal Colón, el hombre, a partir de una lectura anacrónica y descontextualizada de sus diarios. Pero, como símbolo, hay que reconocer que Cristóbal Colón representa tanto el arrojo explorador y la ambición renacentista como un prólogo al exterminio (en algún momento sistemático) de millones de personas.

3) Las civilizaciones precolombinas tenían sus sacrificios humanos y sus guerras de conquista. Nosotros teníamos nuestras ejecuciones inquisitoriales y nuestras guerras de conquista. La diferencia es que a nosotros no se nos vino a borrar del mapa.

4) Es lo que tiene contar con un pasado imperial(ista). Así que quizá no sea tan descabellado dejar de celebrar el 12 de octubre. Salvando las (no tantas) distancias, ¿hay una fecha en el calendario belga que recuerde la llegada del rey Leopoldo al Congo? ¿Y es festiva? ¿Acaso su día patrio? 

5) No, no retiraría la estatua de Cristóbal Colón del puerto de Barcelona. Pocos, muy pocos personajes históricos tolerarían un examen desde el pedestal de nuestra contemporaneidad y entiendo que es la primera parte del carácter simbólico esbozado en el punto 2 lo que se celebra con ella. 

6) Pero ¿cómo no va a tener este país serios problemas para verle los ángulos cortantes a una lectura histórica establecida a lo largo de cinco siglos cuando no hemos sido capaces de lidiar con nuestro pasado franquista, enaltecido en plazas y avenidas hasta hace cuatro días, dueño todavía de un homenaje tan monumental como es el Valle de los Caídos?

7) Bendita ingenuidad, la de la CUP, si al menos invita a la reflexión. Y, una vez más, qué forma de convertir la cerrazón en banda en deporte nacional.

domingo, septiembre 25, 2016

Sporting de Gijón 0 - FC Barcelona 5 (25/09/16)




1) Con la muy loable intención de ahorrarse sufrimientos a final de temporada, el Sporting se ha propuesto huir de la ingenuidad, ofrecer una cara más rocosa (el fichaje de Amorebieta, en ese sentido, es una rotunda declaración de intenciones). Y, en el camino, porque estas cosas nunca salen gratis, ha perdido encanto.

2) Los de Abelardo saltaron al verde del Molinón con ánimo de defender mucho, qué duda cabe, pero no defendieron bien.

3) Y no lo digo a posteriori, observando de reojo la manita en el marcador: lo digo porque solo la permisividad de Del Cerro Grande impidió que los de casa sumaran dos o tres amarillas en los primeros minutos de partido gracias a sus entradas tardías, sus agarrones continuados, sus tácticas de guerrillas en las antípodas del recital de defensa posicional y de ayudas dado por el Atlético de Madrid tres días antes en el Camp Nou.

4) En efecto, el único amonestado durante el primer tiempo, Lora, por un placaje que hubiera sido castigado también en un campo de fútbol americano, acabó yéndose a la caseta antes de tiempo tras llegar tarde a un balón y quedarse con el tobillo de Sergi Roberto.

5) En el lado azulgrana de la vida, también Ter Stegen mereció tarjeta tras una salida impetuosa en la que se le acabó el área mientras el balón permanecía entre sus manos. Aunque la falta no tuvo consecuencias, estos pequeños excesos del guardameta son recurrentes y llevan a añorar, a ratitos, la sobriedad de Claudio Bravo.

6) Pero las noticias de verdad no apuntaron a la retaguardia (y eso que jugaba Mathieu), porque, en el primer encuentro sin Messi, sus sustitutos físico y espiritual, dos jugadores a los que desde aquí se ha criticado repetidamente, cumplieron con creces.

7) Cumplió Arda, sí, con su pase de primeras para dejar a Suárez solo frente a Cuéllar. Y, entre ese 0-1 y su propio tanto, el cuarto, el turco se mostró más intenso que de costumbre.

8) Como cumplió Neymar en todos los frentes: barriendo el ataque y bajando en defensa, como pasador (su apertura a la carrera de Sergi Roberto en el 0-2 fue sencillamente messiánica) y como goleador, sin un solo regate de más pero dejando alguno de lujo, como la finta con toque de pecho que le permitió marcar a placer el 0-3. Tras una actuación como la de ayer, pongo a freír mis palabras y me las como encantado.

9) Y, hablando de comer, Sergi Roberto se está zampando con patatas no ya al pobre y bueno de Aleix Vidal, a quien en enero veo vistiendo otra camiseta, sino a un tanto por ciento muy elevado de los laterales derechos que en el mundo son. Cuatro asistencias como cuatro soles en Liga, una tremenda capacidad para romper la presión rival saliendo con la pelota controlada y contadísimas concesiones defensivas son sus muy notables cartas.

10) Volviendo al Sporting, su nuevo espíritu podrá resultar algo más antipático, pero ciertamente no fue merecedor de tamaño castigo: los tres últimos tantos llegaron en los diez minutos finales, cuando jugaba ya con diez, después de amenazar en un par de ocasiones con volver a meterse en el partido. Desafortunadamente, no tiene arriba el punto de mala leche que sí exhibió en el resto del campo.

jueves, septiembre 22, 2016

FC Barcelona 1 - At. de Madrid 1 (21/09/16)


1) Si jugara cada semana contra el Barça, Fernando Torres tendría un par de Balones de Oro. 

2) Y es que diez segundos en el campo le bastaron para superar con un tontitúnel a Piqué, hasta ese momento sencillamente infalible, en la jugada del gol del empate.

3) Una jugada que retrató a medio equipo barcelonista, entre quienes no presionan el saque de la falta en corto y la sucesión de llegadas tardías, coronadas por el resbalón de un Mascherano que ha vuelto de las vacaciones cinco años más viejo de lo que se fue.

4) Cierto es que estaba abierta la segunda parte, tras un inicio donde la presión alta del Barça había apabullado al Atlético en el 80% del campo, pero sin traducirse en grandes ocasiones porque los colchoneros no tienen defensas, sino auténticas pirañas devoradoras de espacios vacíos.

5) Han perdido vistosidad estos enfrentamientos, pero no belleza. Los dos goles no dan buena fe del excelente despliegue inicial de los de casa, ni de las correrías de los de fuera cuando Busquets perdió la brújula tras el intermedio.

6) Y, hablando de perder instrumentos vitales... si hace un año el Barça-Atlético de Madrid representó la obra magna hasta ese momento de la MSN, ayer la M se retiró lesionada, la S desapareció en el bosque defensivo colchonero y la N... bueno, se mantuvo en su nefasta línea reciente.

7) Y es que ni siquiera la ausencia de Messi consiguió que Neymar reclamara el liderazgo que le corresponde por nombre y por sueldo. Una nueva actuación decepcionante del brasileño tras dos partidos en los que había chupado menos para dar bastante más.

8) Excelente estuvo, en cambio, Sergi Roberto. Iniesta falló tantos pases como balones robó. Rakitic vio premiado su despliegue con un nuevo gol. André Gomes volvió a cumplir con sobriedad. Piqué dio un auténtico recital de anticipación... Esta vez, la suma de las partes fue mucho más que la delantera.

9) Y el Atleti se mostró más orgánico en ese sentido, viscoso atrás y efervescente arriba, con Carrasco y Griezmann y Correa e incluso Godín exigiendo buenas intervenciones por parte de Ter Stegen.

10) Empate justo, pues. Y el Barça que, sin Messi durante las próximas tres semanas, habiendo cedido cinco puntos en sus dos últimos encuentros como local, necesitará terapia por primera vez esta temporada.

sábado, septiembre 17, 2016

'Café Society' de Woody Allen



Es una película sobrefotografiada, donde Storaro, por algún motivo que se me escapa, se empeña en que los actores principales luzcan el color de piel de Donald Trump.

A la vez, jopé, qué bonito el diseño de producción y la iluminación de algunas secuencias.

— A ratos, Kristen Stewart no soporta bien los primeros planos estilo Hollywood Golden Years (ah, ahí lo de Storaro...) con que le obsequia Allen. A ratos logra defenderse.

Lo que no tiene defensa posible es la falta de química entre Stewart y Jesse Eisenberg, entre Blake Lively y Jesse Eisenberg, entre cualquier ser humano y Jesse Eisenberg.

Como tampoco triunfa Eisenberg en su versión del héroe tradicional woodyallenniano, atolondrado e ingenuo pero agudo cual ángulo de 38 grados.

Luego, cuando a su personaje se le añaden matices más perturbadores, el chaval comienza a dar la talla.

— Como en buena parte de su filmografía reciente, Allen parece escribir en piloto automático. Aunque tiene dos o tres buenos chistes, hace veinticinco años Café Society hubiera resultado mucho más divertida.

A Sheryl Lee casi no se la ve, pero en general los secundarios están muy bien puestos y mejor contados.

Más allá de su ansia de homenaje a una época y una estética, resulta absolutamente intrascendente.

Pero la sabiduría y la poesía y la melancolía de ese plano final, el modo en que Eisenberg logra aguantarlo, redimen y justifican y puntúan doble.

Total: 6/10

martes, septiembre 13, 2016

11 de setembre - Episodio V



1) Cinco Diadas son muchas Diadas.

2) Si el bajón se debe al cansancio, ese cansancio justificado está. No hay que ser independentista para lamentar el modo en que los principales partidos españoles han ignorado (cínicamente, pues a la vez le sacaban réditos electorales) a un porcentaje muy importante de la sociedad catalana.

3) Si el bajón se debe al cansancio, benditos aquellos que a la frustración responden quedándose en casa y echándose una siesta.

4) Y mis respetos también, desde luego, a quienes cinco Diadas después han seguido desafiando el cansancio y la frustración desde el gesto festivo y la actitud cívica. 

5) Claro que no creo que sea solo cosa de cansancio. El independentismo tocó techo hará un par de años y la mejoría de la crisis no le ha ayudado (sí, una parte de la marea tuvo motivaciones económicas, es evidente, pero no toda, ni mucho menos).

6) Sigo sin tener respuesta al inmovilismo "español", a la pinza PP-PSOE, pero, una vez más, lamento que los representantes de las instituciones catalanas estén a su bajura: gobiernan para el 48% de los votantes y amenazan, pues, con convertir en rehenes de su huida hacia delante a más de la mitad del país.

7) Las simpatías que genera la gente cada 11 de septiembre siguen viéndose pisoteadas por unos políticos que se han pasado por el forro una norma fundamental de su oficio: jamás prometas aquello que no está en tu mano cumplir.

domingo, septiembre 11, 2016

FC Barcelona 1 - Alavés 2 (10/09/16)


1) ¡Munir, vuelve!

2) Ah, puestos a caer en la demagogia más delirante, vayamos un paso más allá: ¡Neymar, lárgate!

3) Será cosa de los virus internacionales, será cosa de las dichosas rotaciones, será cosa de que el Barça pierde poco y muchas de esas derrotas caen en 11 de septiembre, 23 de abril o la víspera de ambos...

4) ...pero lo cierto es que el equipo tenso y afilado de San Mamés se convirtió en una masa flácida y plana para satisfacción de un Alavés que se defendió con heroísmo allí donde no llegó el orden, y que para colmo marcó tres goles en cinco aproximaciones (aunque uno fue correctamente anulado por fuera de juego).

5) Y, aunque Cillessen nos hizo pensar en otras épocas, épocas en las que el Barça tenía porteros "normales", la bofetada apunta directamente a Neymar.

6) Neymar, que firmó un horrendo final de temporada y que, por mucho empeño que le pusiera anoche, sigue siendo una nota discordante.

7) En Messi, quien también tiene bastante de agujero negro, el regate y la conducción son la distancia más corta hacia un objetivo evidente. La fuerza gravitatoria del 10 engulle el balón, pero uno sabe dónde este debería reaparecer pocos segundos más tarde: en las mallas o cerca de ellas o en los pies de un compañero que las encara sin oposición.

8) En Neymar, el regate y la conducción son un fin en sí mismos, son una autopista sin salida, son un bucle en escasas ocasiones redimido por el estallido de fuerza centrífuga. He dicho "nota discordante" pero debería haber dicho "nota onanista", pues vive de tocarse a sí misma.

9) Y no ayudó, claro, que Mathieu ensuciara su gol fallando, un minuto más tarde, una de las ocasiones más claras que se recuerdan por estos lares.

10) Como cabe reconocer que el segundo gol nace de un pésimo despeje de Mascherano (cansado y sorprendentemente blando) y de una peor reacción de Aleix Vidal, quien nos hizo añorar muy mucho a Sergi Roberto.

11) Pero, ahora mismo, Neymar es Rebeca y la clave radica en conseguir que vuelva a aportar en vez de restar... que se lo pregunten a Alcácer, a quien anuló por completo y quien por tanto en nada mejoró, ay, al bueno de Munir.