sábado, junio 21, 2008

Alá es grande, mi bocadillo está lejos

Cero de dos. Y sí, podríamos denunciar a un árbitro que prolongó el partido un minuto más de lo señalado, tiempo durante el cual impidió el cambio que le solicitaba el seleccionador croata y dejó de pitar una muy posible falta en la jugada que desembocó en el gol del empate turco. Pero hay más, tiene que haberlo. Un intangible que ha llevado a la escuadra de la media luna a darle la vuelta a tres encuentros consecutivos, siempre con tantos decisivos más allá del minuto 90 (anoche, en el 122). Y contra eso no hay selección croata o predicción ladradora-crepuscular que valga.

PD: Visto lo visto y apostado lo apostado, que Holanda y España pongan las barbas a remojar...

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